Dicen que la paz es un bien común, que es algo bueno para todos; algo que se necesita. Que las pérdidas que se sufren en su consecución, no son nada en comparación con la bonanza que se obtendrá después. Puede ser cierto. Habrá gente que lo piense así, de esa misma forma. Otros… otros no contemplan la opción de bienestar. Lo cierto, es que la paz a todos gusta, al menos a los que han peleado por ella y trataron de encontrarla desde un principio. Los que no… se sienten vacíos, llenos de una sensación que no saben explicar. Incompletos. ¿Y cómo van a llenar esos huecos que han quedado sin rellenar? ¿Qué pueden hacer en una sociedad que los aparta, solo por tener ideales distintos?

La mejor opción. La de tratar de obtener lo que tú quieres. De defender aquello que ves como causa justa. De ir contra corriente. Una paz que costó demasiadas vidas fue instaurada por el niño que sobrevivió hace ya más de veinte años. Pero la paz es frágil, cuando dura mucho tiempo, enseguida puede resquebrajarse. Y un único golpe es lo que se necesita para abrir una pequeña grieta que, poco a poco, se convierte en un boquete difícil de cubrir. Muchos dirán que son buenos tiempos para la comunidad mágica de Gran Bretaña. No han tenido muchos problemas desde la caída de Voldemort. No hay preocupaciones, ni muertos a diario, no hay por qué temer un nuevo día

Todos llevan a cabo sus vidas sin ningún contratiempo. Todos son felices, o intentan serlo. Pero la realidad es distinta. No todo está bien, ni permanece tranquilo y pacífico. Aún queda gente dispuesta a luchar por lo que ellos creen correcto. Se mueven entre las sombras. Como antaño, esperando el momento propicio para atacar de nuevo y dar el golpe que desestabilice todo lo que han tardado años en construir. El Ministerio empieza a sospechar que las cosas no están bien cuando notan que dentro de las oficinas se hacen demasiadas preguntas. ¿Acerca de qué? Nadie lo sabe, nadie habla, todos callan. Pero se mueven. En las sombras se mueven para que nadie sepa de ellos, a no ser que ellos si quieran que sea así.

Mientras nadie ajeno a sus planes sepa lo que están haciendo, todo seguirá con normalidad, hasta que ellos decidan lo contrario. Un nuevo curso en Hogwarts ha empezado, cargado de sorpresas y actos inesperados para todos sus habitantes. Ha llegado gente nueva al colegio, algún que otro extranjero que llama la atención. Nuevos y viejos alumnos, comienzan sus estudios, aunque las hormonas hacen de las suyas. Nadie aparenta preocupación. ¿Por qué hacerlo? O al menos finge no hacerlo. Un pequeño número de estudiantes, un grupo selecto, tiene otras cosas en las que pensar. Tienen que iniciar su búsqueda. Deben encontrar tres objetos, objetos que le darán un poder desmesurado. ¿Con qué fin lo emplearán?

El colegio está bajo vigilancia negada. Solo los aurores y miembros del Ministerio, junto con el profesorado, saben que Hogwarts está siendo vigilada. Porque ellos saben que no todo marcha bien. Que las cosas parecen truncarse poco a poco. La paz de veinte años atrás se está esfumando. Y solo queda la posibilidad de controlarlo y de evitar que se establezca de nuevo el caos. Fuerzas oscuras están cobrando de nuevo poder y pronto el mundo mágico podría verse envuelto en las sombras. Una palabra puede cambiarlo todo. Un gesto puede provocar un efecto de acción─reacción incontrolable. Escoger tu bando es lo mejor que puedes hacer.

Open at the Close
Madison O. Parkinson & Albus S. Potter

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