Nueva York. La gran manzana. Cuna de los sueños para la mayoría de mortales que aspira a convertirse en alguien en esta vida y sede de una de las mayores instituciones privadas en educación a nivel, no sólo estatal, sino mundial: la Universidad de Columbia.

Con más de 350 años de historia a sus espaldas, esta institución ha crecido hasta comprender 14 escuelas y facultades asociadas ocupando algo más de seis manzanas en el corazón de la isla de Manhattan.

Sólo un puñado de privilegiados tienen la suerte de poblar sus aulas cada año, bien porque la cuenta corriente familiar tiene bastantes ceros y se lo pueden permitir, bien porque su expediente académico es intachable y le ha tocado la lotería en vida consiguiendo una de las pocas becas que la Universidad saca a concurso cada año para formar nuevos y prometedores talentos.

Pero no todo en esta vida van a ser libros y responsabilidades, no. Nueva York, la ciudad que nunca duerme, también esconde una doble vida para los alumnos repleta de alcohol, desenfreno y juerga salvaje hasta que el cuerpo aguante. Ahora sólo queda que los jóvenes estudiantes (y los no tan jóvenes) elijan qué camino tomar, si el de la rectitud y sacrificio académico o el del placer y ocio. Tomen el que tomen seguro que encontrarán su sitio en Columbia….